El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, nominó a Victoria Rodríguez para reemplezar a Alejandro Díaz de León al frente de Banxico, con el objetivo de mantener la alta inflación bajo control.
López Obrador, un político de izquierda que ya colocó a tres de los cinco miembros del directorio de Banxico, descartó la candidatura del ex secretario de Hacienda Arturo Herrera.
Se inclinó por Rodriguez, quien se convertirá en la primera mujer en ocupar ese cargo tan importante. Su nominación deberá ser ratificada por el Senado mexicano, una formalidad debido a la cómoda mayoría del gobierno en la cámara.
Algunos analistas dijeron que la medida pone bajo escrutinio la independencia del ente monetario, a pesar de las promesas de López Obrador de que no habría injerencia ni interferencia del Gobierno en sus decisiones.
«La incertidumbre creada por este desarrollo también es muy inoportuna dado que el banco central está luchando por controlar la inflación y en medio de expectativas inflacionarias a la deriva», afirmó el economista de Goldman Sachs Alberto Ramos.
La inflación anual aumentó más de lo esperado en la primera quincena de noviembre, ligeramente por encima del 7%, la tasa más alta en más de dos décadas y más del doble de la meta de inflación de Banxico de 3% +/- un punto porcentual.
La Junta de Gobierno de Banxico elevó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos el 11 de noviembre por cuarta decisión consecutiva de política monetaria, llevándola a un 5%.
«La junta de cinco miembros seguirá siendo autónoma, solo más moderada. Debemos tener en cuenta que la mayoría de los mercados emergentes y las economías especialmente avanzadas ya tienen bancos centrales moderados esperando que se desvanezcan muchos shocks inflacionarios», aseguró Joan Domene, economista senior de Oxford Economics.
Aun así, dados los extraordinarios desafíos inflacionarios, es probable que el banco central continúe subiendo las tasas.
«Dudamos que este nombramiento altere el panorama de la política monetaria. El riesgo clave para nuestra opinión es si el peso se ve sometido a una mayor presión, ya que eso puede resultar en un ajuste más agresivo, incluso bajo una junta más moderada el próximo año», sentenció Nikhil Sanghani, economista para América Latina de Capital Economics.